Te vi pasar por la calle,
con tus aires de doncella,
dibujando con tus pasos,
el andar del corazón...
Dejando perfumado el aire,
con fragancias de primavera,
dándose vuelta a tu paso,
todos los que te veían pasar...
Casi como altanera,
pero con toda la dulzura,
luciendo bien tu figura,
y alardeando al caminar...
Los muchachos de la esquina,
se quedaban boquiabiertos,
viendo como un ángel del cielo,
bajaba a caminar por la ciudad...
Y vos te hacías la interesante,
como que andabas en otra cosa,
parecías casi una reina,
entre la plebe de la vecindad...
Me enamore de esa chica,
con andar sensual y grácil,
esa que no me miraba,
y me ignoraba al pasar...
Supe de noches de desvelo,
por esa esquiva muchacha,
que enardeció mis sentidos,
y me tuvo a maltraer...
Esa doncella engreída,
me cautivo con sus pasos,
con sus ojos de muñeca,
y sus aires de fifí...
Me enamore de esa muchacha,
que paseaba por mi calle,
altanera y arrogante,
que una tarde flechó mi corazón...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
©-D.R.A.
