Las margaritas de los senderos que recuerdo de mi infancia,
hoy las sigo viendo a pesar del paso de los años,
junto a las flores de la vida que perfumaron mis ansias,
y los amores secretos que quedaron en mi alma...
Como prueba del destino que acompaño mis andanzas,
me quedan los sinsabores de las noches malogradas,
de los amores prohibidos y los excesos mundanos,
pero también en mi haber quedan los sueños que guardo...
Las vivencias tan sentidas de los momentos irrepetibles,
cuando la lluvia nos empapo en nuestra dulce madrugada,
y la magica explosión de nuestros cuerpos adolescentes,
donde fuimos solamente un hombre y una mujer...
Las margaritas de esos senderos se transformaron en estrellas,
que iluminaron mis sueños hasta hacerlos realidad,
y hoy mirando hacia atrás con la mirada perdida,
me doy cuenta que en la vida hemos sido tal para cual...
Los senderos de la vida me llevaron por el tiempo,
y hoy miro a lo lejos toda nuestra felicidad,
tanta alegría vivida y tantos sueños concretados,
y tanta agua bajo el puente que ha visto la vida pasar...
Y en la hermosura y la simpleza de esas suaves margaritas,
veo reflejada la esencia de toda mi vida hasta acá,
los sueños y ese amor de los años compartidos,
los senderos y las flores que para siempre en mi alma vivirán...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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