Las notas dulces que suenan en la noche de mi guitarra,
se deslizan en el aire como lágrimas de seda y plata,
y en el silencio de la inquieta y profunda oscuridad,
donde solo el viento y la luna están despiertos...
Con cada acorde revive la imágen de un recuerdo,
de alguna historia de amor y de pasión que aún se siente viva,
en el corazón de esta noche donde las estrellas brillan mucho más,
y la blanca luna llena de luz ilumina el camino de nuestra vida...
Las notas dulces que suenan en la noche de mi guitarra,
son una queja lastimera de dolor y a la vez de alegría,
un canto en honor a la vida y tambien a la muerte,
que se entrelazan en un baile de sombras y destellos de luz...
En el silencio estanco de la noche esas notas dulces resuenan,
como un mágico eco que se repite una y otra vez sin cesar,
como llamando con nostalgia a la memoria,
en esa búsqueda constante de un pasado perdido que añoramos...
Las notas dulces que suenan en la noche de mi guitarra,
son un puente que une ese pasado con el presente,
en un lazo infinito que une el hilo rojo del corazón y la mente,
en un baile de amor y pasión por la vida que no cesa...
En la oscuridad de la noche las dulces notas de mi guitarra brillan,
como estrellas que iluminan con la música un largo camino,
como un faro que guía a un solitario navegante en el mar de la vida, donde las olas se levantan hasta el cielo para que podamos surfearlas...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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