No puedo resistirme nunca a una ventana indiscreta,
con una lluvia intensa y su repiqueteo en el alféizar,
que como una clave morse me trae todos tus recuerdos,
abrazados en la ventana viendo las olas del mar...
No puedo resistirme a un café y un cigarrillo,
al aroma del tabaco y una copa de coñac,
y aunque hace años que no fumo necesito ver el humo,
que motiva mis historias para poderlas contar...
No quiero resistirme a la música de esas tardes,
que tantas veces escuchamos juntos en esa ventana al mar,
que quedo guardada en mi memoria anidando dentro de mi alma,
porque a través de esas letras te he aprendido a amar...
No quiero resistirme a atesorar tus recuerdos,
porque me mantienen vivo y me ayudan a soñar,
y si la vida nos perdurara a través de los siglos,
estaría siempre contigo de aquí a la eternidad...
No puedo resistirme al recuerdo de esos aromas,
que embriagaban mis sentidos como un mágico licor,
porque el olor de la tierra mojada por el agua de la lluvia,
me transporta a esas tardes donde compartíamos lluvia y amor...
No quiero resistirme a recordarte simplemente así,
dulce y hermosa muchacha llena de sueños,
porque cierro los ojos y con el canto de la lluvia,
vuelvo a sentir en mi pecho los latidos de tu corazón...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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