Un café, un cigarrillo y otro mas,
en una mesa de un viejo cafetín,
y entre las bocanadas del denso humo gris,
el sudor me hace brillar la piel...
El calor y la humedad que hay aqui,
vaporizan uno a uno todos mis miedos,
y el silencio que regresa del ayer,
me sofoca nuevamente en este engaño...
Las horas pasaban lentas otra vez,
esperando que de una vez lloviera,
sorprendiendome de pronto al ver pasar,
los paraguas abiertos por toda la vereda...
Comprendí que el gran error que cometí,
ha sido subestimarte demasiado,
sin tener en cuenta que mi corazón,
se manejaba solo desde hacía mucho rato...
Y volví a sonreír pensando en lo que fui para ti,
viendo a la gente que corría a ningún lado,
como queriendo olvidarme de ese amor,
que me dejo varado en otros brazos...
Otro café y otro cigarrillo mas,
que me hace toser el dolor del desencanto,
y que me obliga a replantearme la estrategia,
de este juego que hace tiempo ha terminado...
Pague la cuenta y me fui en busca de mi alma,
para reconfortar un poco mas a mi autoestima,
y me di cuenta que para creer en el amor,
tendré que hacerlo viviendo en otra vida...
Cerré el sobre y le puse el nombre del remitente,
salí del bar y todavía estaba lloviendo,
cuando quise darme cuenta estaba frente a tu casa,
y pase el sobre por debajo de la puerta...
Esa fue la ultima carta que te escribí,
ese fue el ultimo aliento de mi amor moribundo,
esa fue la ultima vez que he pensado en ti,
y fue la ultima noticia que tuve de tu amor...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2022 Derechos
Reservados Autor
