La vida me atrapa y me deja afuera,
la luz me clava el alma en una cruz,
el silencio me dice todo a medias,
y tus gritos me horrorizan aun más...
La casa siempre está sombría y a oscuras,
y el aire huele a mucho dolor viejo,
las marcas quedan clavadas en mi piel,
como el mapa de tu gran botín violento...
La falsa empatia ya no me sirve ni me ayuda,
los dedos de tus manos me golpean como látigos,
tus mentiras me taladran la cabeza por dentro,
y tus gritos otra vez me vuelven a lastimar...
Las grietas de la carne duelen cada vez mas,
y el dolor de la vida nos va minando el alma,
pero el dolor y las marcas que has dejado en mi cuerpo,
no se borran ni se borraran jamas...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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