Duele el corazón cuando las nubes bajan y dejan los ojos ciegos,
cuando el corazón ama un imposible que no se puede alcanzar,
duele la vida cuando se sufre tanto pero por dentro,
y duele el silencio cuando no hay silencio y no te puedo escuchar...
Te amo con ese silencio que me grita casi aturdiéndome el alma,
porque al final soy sólo un amante clandestino sin amor,
que noche a noche subsiste con el solo hecho de pensarte,
para no morirse en el infausto intento de llegar a tu corazón...
Me enamore perdida y locamente de la mujer de mis sueños,
el ideal que forjé en mis tibias noches de soledad,
y así fui el poeta que en la oscuridad escribía sus versos,
a la mujer que en sus sueños era una flor en su jardín de cristal...
Duele el corazón cuando te busco y sólo estás en mis sueños,
porque sólo encuentro la risa burlona del destino esquivo,
cuando el silencio abruma por demás mi respiración entrecortada,
porque tu camino no coincide nunca jamás con el mío...
La mujer de mis sueños es la mejor rosa de ese jardín de cristal,
es la que habita mi mente y me lleva al limite de mis deseos,
es la que enciende cada noche mi cuerpo de hombre en llamas,
y es la que en cada sueño veo tan real como de carne y hueso...
Ayer en la tarde nos cruzamos caminando por el parque,
y quede hipnotizado al verte frente a mi si eras idéntica,
eras tan real y no podía creer que eso fuera cierto,
eras la mujer que vi en mis sueños pero hecha realidad...
Mi rosa de cristal la que me quitó el sueño por completo,
la dueña de mi mundo y de mi amor secreto en mi jardín prohibido,
la de mis pensamientos y la de mis más profundos deseos,
la que siempre soñé se ha hecho realidad y la tengo frente a mi...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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