Baje rápido las escaleras con los zapatos en la mano,
no quería despertarte era tan temprano aún,
dormías plácidamente abrazada a la almohada,
y en la esquina de la ventana comenzaba a salir el sol...
Empuje la moto algo mas de una cuadra,
no quise encenderla para que no me oyeras partir,
quise ser un caballero por sobre todas las cosas,
porque mi terco corazón no quería perderte otra vez...
El amor que nos tenemos hace que aun estemos vivos,
tenemos miles de discusiones pero el amor puede mas,
a veces quiero alejarme solo para no lastimarte,
pero apenas nos separamos ya muero por regresar...
Dos vidas opuestas como la noche y el día,
tan diferentes como lo son el blanco y el negro,
opuestos que se atraen en las leyes del destino,
indivisibles, inseparables, formando sólo un corazón...
Solo soy un sicario que juega con la muerte,
tu eres una doctora cuidando la vida y protegiendola,
tu dulzura contrastando con mi mal carácter,
historias de una novela pero en la vida real...
Los opuestos se atraen y se alejan como las marejadas,
la luna sube, baja, acerca y aleja a nuestras mareas,
enséñame a vivir con la marea de tus ojos,
para que iluminen el camino por donde me lleva la muerte...
Enséñame a curar mi alma atormentada,
para que nuestros opuestos ya no se lastimen más,
para que el amanecer nos sorprenda siempre juntos,
y ya no tenga que alejarme de ti nunca más...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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