Tuvimos la inquietud,
y cruzamos la marea,
supimos encontrar calor,
y la calma que hoy nos queda...
Pudimos soportar,
tanta nieve ahí afuera,
y dentro del corazón,
una pasión que nos quema...
No puedo regresar vacío,
me quiebra tanto sufrimiento,
buscando ese amor que late,
en Colonia del Sacramento...
Mulata hermosa de ojos verdes,
y caderas generosas que hierven,
candombe que bailando me arrastras ,
a la hoguera del interior de tu cuerpo...
Crepúsculo del sol que enciendes,
reflejos rojos y magenta en las arenas,
tambores que delatan movimientos,
sensuales y ardientes de tus caderas...
Vestigios de un amor,
de una historia de telenovela,
y en el capítulo final,
el beso es el que nos entrega...
El sortilegio esta hecho,
con las luces del alba,
a orillas de la inmensidad,
del enorme Río De la Plata...
Mulata hermosa de ojos verdes,
seré el caboclo perpetuo de tu alma,
y estaré para siempre entregado,
al amor infinito en tus entrañas...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
