La historia de hoy es una historia mas,
la historia de un hombre que aprendió a matar,
de chico jugaba a la guerra y al poliladron,
con palos de escoba como armas de verdad...
Y alguna vez jugaba con las armas del papá,
hacia que las cargaba y mataba a los demás,
vivió desde muy chico esa triste realidad,
pero al llegar a grande, esa fue su realidad...
Sintió que dentro suyo el odio podía mas,
ya estaba resentido con esta sociedad,
quería y no podía desprender una verdad,
quería y no podía dejar ya de matar...
Y alguna vez fue preso por robar y por golpear,
y estando en cautiverio juro no volver mas,
después de algunos años ya libre en la ciudad,
volvió al camino negro, y ahí si fue a matar...
Robaba, golpeaba, mataba sin piedad,
jugaba con la vida, pero de los demás,
y se sentía fuerte, invencible y mucho mas,
muy fuerte con un arma, sin ella era un cristal...
Se sentía seguro con su ángel de metal,
sobraba a todo el mundo y quería siempre mas,
y un dia su destino le dijo no va mas,
al cruzarse un policía cuando el iba a robar...
Se sintieron disparos, vidrios rotos, gritar,
entregate se oía, antes muerto, jamás,
se sintieron disparos y hubo un grito final,
ya terminó el tiroteo y murió el criminal...
Se ha acabado esta historia con un triste final,
un final entre tantos y una vida entre mas,
una vida perdida y una bala final,
fue la que le dijo basta, basta ya de matar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
