Bésame apasionadamente,
que mis labios te desean,
y el cuarto en penumbras,
con tu luz se encenderá ...
Velas perfumadas,
esparcidas por el suelo,
y alfombras sedientas,
de los fluidos de este amor...
Déjame mirarte,
y susurrarte al oído,
que eres el tormento,
de mis noches si no estas...
Sabanas de seda,
con encajes de puntillas,
músicas muy suaves,
de esas que te hacen soñar...
Pétalos de rosas,
acarician tu cintura,
manos temblorosas,
que no dejan de sudar...
Copas que se chocan,
en un brindis que es tan íntimo,
con un champagne dorado,
burbujeante y bien frapé...
Pieles que se rozan,
generando un magnetismo,
sentidos que desbordan,
lo que puedas imaginar...
Sabanas revueltas,
y algunas ropas por el suelo,
lagrimas que caen,
de tanta felicidad...
Momentos hermosos,
que quedarán en la memoria,
y sobre nuestros cuerpos,
una huella dejarán...
Luces rojas tenues,
generando este ambiente,
y nuevamente todo,
todo vuelve a comenzar...
Tu cuerpo y el mío,
en un acople perfecto,
vuelven a encontrarse,
para volver a festejar...
Caricias que envuelven,
mis sentidos con los tuyos,
respiración quebrada,
con jadeos de placer...
Suspiros crecientes,
en oleadas de ternura,
que mojan las costas,
de tu mas profunda piel...
Instantes sagrados,
casi como un paroxismo,
que dejan inertes,
nuestros cuerpos al final...
Reposando juntos,
volando por un cielo,
saboreando el éxtasis,
de la felicidad...
Disfrutando juntos,
el sabor de lo prohibido,
bebiendo de este cáliz,
el dulce néctar de nuestro amor...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
