Con tu resplandor el pasado se desvanece en las aguas que riegan las flores del alma,
y con tus besos el dolor de aquel pasado se desvanece sobre el lecho de una flor,
así los campos florecidos de las blancas margaritas de noviembre, bordean el camino de la vida que florece junto a tu manantial de amor...
El paisaje bucólico de los verdes tilos en las pequeñas praderas,
son iluminados por las estrellas que titilan de a miles en el cielo,
con la complicidad de las margaritas que delinean un manto blanco,
dejando la noche preparada para que vivamos nuestro inmenso amor...
La ilusión de ver la simpática cola de un cometa,
bailando frenéticamente la rítmica danza del fuego en la pista de tu cielo,
como si fueran las plumas encendidas de un victorioso ave Fénix,
escribiendo una partitura de la sinfonía naciente para un nuevo amor...
Los bellísimos poemas que han descripto esas plumas inolvidables, sostenidos en las dulces y sensuales notas de un saxo brillante como tu amor,
donde un rústico labriego nos cuenta que las huellas de la tierra no se borran,
así como las huellas del amor nos dejan marcado el corazón para siempre...
Tu amor marcó un antes y un después dándole un futuro a mi destino,
desvaneció mi pasado vacío y desteñido por las lágrimas,
hizo renacer ese ave Fénix que tenia atrapado en mi pecho,
y le dio voz a mi garganta para que todo el mundo sepa que te amo...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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