El rocío del frío amanecer,
mojo el césped de nuestro jardín,
y las rosas estaban húmedas,
con gotas como las lágrimas de un ángel...
El frío intenso del mes de julio,
dejo la helada sobre los charcos de agua,
las narices y las orejas rojas,
nos dicen que el invierno ya llego...
Sofía salta y ladra al lado de la puerta,
queriendo salir a dar su vuelta matutina,
pero hace tanto frío que dudo en sacarla,
igual le pongo su ropa para abrigarla...
Abrir la puerta hizo que entrara el gélido aire,
que nos hizo tiritar a los dos,
Sofía asomo la cabeza como dudando,
si salir a dar su vuelta o volver a la cucha calentita...
La vuelta fue mucho mas corta de lo habitual,
tiraba mas la cucha calentita que el paseo,
de nuevo en casa fuimos derecho a la estufa,
como adorando la llama que nos regresaba a la felicidad...
Nos miramos con Sofía,
como diciéndonos este es el mejor lugar,
para un domingo frío al lado de la estufa,
disfrutando del calor de nuestro dulce hogar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina 🇦🇷
D.R.A.
