Esa sensación que experimentamos
al comprender que el ayer no existe,
que ya paso,
cuando al fin somos libres en los sueños,
y las alas del alma nos transportan a la felicidad...
Desde que nacemos,
cumplir metas, legados, objetivos,
tener planes, logros, ilusiones...
darte cuenta que puedes escapar de las personas que te hacen mal,
pero no de tu destino...
Ese destino,
que te marco a fuego el día que naciste,
el código de barras que lleva toda tu esencia,
la luz que guía tus pasos,
la estrella que siempre te acompañará...
La lucidez que impulsa tus ganas de estar vivo,
el motor que llena tu carretel vacío,
el silencio que le grita a tu espectro enmudecido,
y una alondra que vuela hasta algún ventanal...
Explosiones internas,
marcando rumbos ambiguos,
y tu rosa de los vientos te mostrara el final,
caminos herrumbrosos iniciaran tu búsqueda,
para saber quien fuiste o quien sos en realidad...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
