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06 marzo 2021
PUEBLO DE LA INFANCIA...
La calle vieja del pueblo de la infancia,
con sus adoquines que nos vieron crecer,
y las carretas que dejaban a su paso,
esa música con su traqueteo en el atardecer...
Esas tardes de tórridos veranos,
donde la siesta era casi obligación,
y los gritos de la vieja de la esquina,
cuando la pelota caía en su jardín...
Esos tiempos en que todo nos importaba nada,
tocar un timbre y luego echarse a correr,
el almacén del gallego de la vuelta, la plaza, los árboles, y la estación del tren...
Esos días de guardapolvos blancos,
de potreros, de rayuelas y ajedrez,
días guardados para siempre en la memoria,
recuerdos tangibles para nuestra vejez...
Rodillas raspadas y ropa llena de barro,
rostros felices exultantes de color,
tardes en la laguna buscando cazar una rana,
domingos en la canchita queriendo gritar un gol...
Pueblo de mi infancia, pueblo mío,
te siento en mis entrañas aunque ya no este allí,
extraño tus mañanas, y tus noches serenas,
extraño la fragancia del dulce jazmín...
El olor de la lluvia mezclado con la tierra,
los árboles frutales y el rocío del jardín,
la vuelta de la escuela, la merienda en la cocina,
pan con manteca y dulce, insuperable festín...
Días de una infancia hermosa y tan soñada,
años de recuerdos que he guardado en mi haber,
vivencias que han hecho crecer a un hombre sano,
con claros recuerdos que dentro mío atesore...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
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