Noches sin tiempo sin luna y sin misterios,
sombras y luces que envuelven viejas nostalgias,
cielos y estrellas sin sueños ni desencuentros,
dejan la sombra de aquellos pasos en tu vereda...
Silencio estanco para escuchar la lluvia serena,
brisas del bosque de viejos pinos en lunas llenas,
con nueve lunas llenas de ternura completas mi vida,
y al ver tu rostro de madre nueva muero de amor...
Antiguos sinos que deambulan por el tiempo perdido,
que floreciendo y perfumando van por ahí,
pariendo noches llenas de versos en tus almohadas,
desde la ventana llena de flores de tu jardín...
Pisa pizuela color de ciruela se cantaba en las rayuelas,
en las noches calurosas de aquellos veranos en la vereda,
donde jugábamos de niños a la mancha y a las escondidas,
y donde hoy saboreamos la dulzura de este amor...
Noches sin tiempo para pensar en viejos recuerdos,
vagos reflejos que transcurrieron llenos de amor,
nueve lunas que alborotaron esos sentimientos,
nueve lunas que veo tu panza y muero de amor...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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