Frases sueltas sin ningún sentido,
que no dicen nada pero vaya si cuentan,
como las mañanas de aquellos inviernos,
al lado del fuego de una vieja hoguera...
Escapando del frío que deja el vacío del amor,
crepitando los silencios junto con esos leños,
calentando con el aliento las manos y poniendo el pecho,
a la intensa helada que moldeo sin reparos viejas tristezas...
Me tomé un impasse para escribir sin miedos,
para no sentir que me estoy forzando a nada,
para no direccionar mis palabras en ningún sentido,
para no ser juez y parte de este turbulento rio...
Quiero ser yo quien salga a contar lo que me pasa,
en este momento que solo me lleva a reflexionar,
sobre las huellas que deja la vida marcadas en la piel,
y los caminos oscuros que ya no dejan ver la luz...
Mientras el sol gastado apenas entibia el alma,
quedo dando vueltas como una gallina clueca alrededor del nido,
esperando el veredicto de la doña bataraza,
para ver a qué huevo le toca el empolle del día...
No me quiero perder en la filosofía barata,
en discusiones de comadres por la novela de las tres,
la vida es un racimo de dulces uvas que merece ser degustado,
saboreando uno a uno todos los misterios de Baco rey...
La vida es esto, es todo, pero a veces también es nada,
y la nada misma otras veces es mucho más,
dependiendo de con quien se tire el último dado,
terminarás siendo punto, banca o vaya a saber qué...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2022 Derechos
Reservados Autor
