Solo en una esquina parado frente a la vida y la muerte,
me encuentro en una encrucijada de caminos que ya no tiene salida,
donde el pasado se hace futuro y vuelve de nuevo a su lugar,
y el presente solo es un abismo que me llama y me perturba...
La vida me habla con una voz suave y seductora,
prometiéndome felicidad, días de sol y noches de luna llena,
pero la muerte me susurra por lo bajo con un tono grave y severo,
recordándome que todo aquí es efímero y nada dura...
Solo en una esquina parado frente a la vida y la muerte,
me siento como un náufrago en un mar de incertidumbres,
donde las olas de la duda y las tormentas del miedo me azotan,
y la línea de la costa como la seguridad y la certeza se alejan...
La vida me ofrece un cáliz de alegría y de dolor,
como una mezcla de risas y lágrimas que me hacen titubear,
pero la muerte me muestra un espejo de verdades y justicia,
donde el reflejo de mi alma me hace cuestionar mi mortal existencia...
Solo en una esquina parado frente a la vida y la muerte,
me doy cuenta de que la elección no es ni será fácil,
porque estoy parado ante el camino de la luz y el de la sombra,
y a mitad de los dos caminos la vida y la muerte se entrelazan como dos serpientes...
Pero en esta encrucijada de caminos donde la vida y la muerte se encuentran,
me doy cuenta de que la elección no es entre una y otra,
sino entre vivir intensamente o morir sin haber vivido,
y en ese momento la vida y la muerte dejan de ser enemigas para convertirse en aliadas contra mi...
Solo en una esquina parado frente a la vida y la muerte... ya no tengo miedo...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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