Las agujas que violentamente la noche me dispara,
son las dagas afiladas que me laceran el cuerpo,
son las nubes del tiempo que lloran gotas de sangre,
en esas noches perdidas entre el humo y el alcohol...
Las mañanas frías abandonado a mi puñetera suerte,
buscando una estación del subterráneo para tirarme a dormir,
subyugado al destino que me esquiva en cada esquina,
enfrentando esos momentos que nunca elegí vivir...
Soy como el ser invisible que le molesta a la vida,
y a las sociedades insensibles e inocuas al dolor,
habitante de una burbuja vacía de sentimientos,
para los indiferentes que aún lucran con un mundo que ya fué...
¿ De que sirve vegetar entre neuronas apagadas ?,
cuando el boleto de ida ha sido un viaje sin después,
¿ de que sirve arrepentirse con la vida en un instante ?,
si ese instante nunca llega y ya es tarde para volver...
Como si el suburbio interno te doliera en el alma,
y estas más cerca de la Recoleta que de las barrancas de Belgrano,
como cuando el flaco hacia los recitales y te fumabas algo,
sólo que ahora ese algo te fumo todo lo que tenias por vivir...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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