El cansancio y las arrugas son las señales,
que en tu curtida piel llevas marcadas,
y que nos hablan del paso del tiempo,
y las historias de vida que llevas a cuestas de tu pasado...
Muchas madrugadas de fríos extremos,
trabajando duro para ganar tu sustento,
trabajando el campo y cosechando cielos,
endureciste tu alma a fuerza de tus silencios...
Luchaste muy duro y la vida te ha gastado,
y el cuerpo te pasa factura con el paso de los años,
ahora es el tiempo del remanso que da el sosiego,
un banco al sol en la plaza, las bochas y los recuerdos...
Tus pensamientos hoy quien sabe por donde andan,
rememorando quizás alguna vieja añoranza,
calentando tus huesos con el sol de la mañana,
junto a tu ladero y fiel amigo de cuatro patas...
Tus ojos de anciano vieron transcurrir la vida,
fueron vivaces, profundos y han tenido expresiones claras,
leyeron, aprendieron y cultivaron el interior de tu alma,
y hoy cansados sin profundidad se pierden en el horizonte de la nada...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina 🇦🇷
D.R.A.