En la vida me he enamorado muchas veces,
y otras tantas se han enamorado de mi,
hasta que en aquella mañana de un dulce otoño,
se dio nuestro encuentro en un cálido abril...
Nuestros ojos fueron la llave que abrieron las puertas de la vida,
y nos miramos sorprendidos casi sin comprender,
que tan solo eso sería el principio,
de una historia que ya no tendría fin...
Esa chispa que nos viajo por las venas,
y que se anido dentro de nuestro corazón,
nos ha hecho despertar a la vida nuevamente,
y nos hizo creer una vez mas en el amor...
Muchas veces me había enamorado,
pero nunca me había involucrado así,
ahora solo vivo y respiro por tu nombre,
y me siento perdido si no estas aquí...
Te miro de punta a punta mientras te amo,
te miro a mi lado con la piel erizada de pasión,
miro tus ojos como se pierden en el abismo del cuarto,
y estallo junto a ti en la cima de nuestro cielo azul...
Cada quejido, cada jadeo y cada intento de decir te amo,
es callado por la pasión de un beso,
que sella nuestros ardientes labios,
para evitar que el placer escape de nuestros cuerpos...
Esos cuerpos que se entregan al amor,
un amor que nos lleva a la cima de nuestra montaña,
este amor que nos lleva a tocar el cielo con las manos,
para flotar entre las nubes de la pasión...
Te miro embelezado mientras te amo,
te miro sediento y no me canso de mirar,
la belleza de ese cuerpo como una escultura perfecta,
y ese amor que nos lleva siempre un poco mas allá...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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