Con el fuego de la vida,
se produce nuestro encuentro,
y esa química perfecta,
produce la combustión,
el oxígeno de nuestros besos,
aviva la llama plena,
y en el círculo de ese fuego,
entrelazamos nuestro amor...
Los caminos se entrecruzan,
en los aquelarres mágicos,
los hechizos igneos,
nos procuran calor,
ese fuego interno,
fluye por nuestras venas,
y nos deja completos,
extasiados de pasión...
Fuego de la vida,
que bebimos de la misma copa,
bruja del inframundo,
que me hiciste volar,
muestrame de nuevo,
el camino hacia tu cielo,
que arde en llamaradas de vida,
porque allí me quiero quedar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
