Por mi cabeza aturdida se arrastra el terror profanado por el miedo,
que dejo bajo mi piel un dolor insoportable,
porque tu veneno viaja por mi torrente sanguíneo,
y las alucinaciones me descuelgan de la realidad...
Tu veneno invadió mi alma aterrorizada,
y luego de lograr tus caprichos amorosos,
me dejaste a punto de sucumbir,
sumido en las puertas de la nada...
Tu arácnida maldición se cumplió al pie de la letra,
y solo fui otra víctima del despojo de tu amor,
me atrapaste con la suavidad de tu dulce telaraña,
y tu inyección letal fue mi triste perdición...
Como una ávida y sensual viuda negra,
te bebiste todo el néctar de mi inexperto amor,
y ahora que ya no me necesitas,
buscaras otra victima para seguir consumiendo amor fácil...
El coctel que me inyectaste de lujuria venenosa,
ha envenenado mi alma y me hizo perder la razón,
un coctel de miedo, sangre y dolor,
la conjunción perfecta entre el amor y un relato salvaje de terror...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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