Se nublaron mis ojos con la bruma del mar,
y desde el muelle de los recuerdos me perdí en el horizonte,
mis lágrimas borraron los reflejos de la luz,
y el viento frío me llevó a los años de aquella juventud...
Se nublaron mis pensamientos con lo que no pudo ser,
en los momentos que la vida nos sonreía generosa,
la noche comenzó a caer con la última gaviota que se fue,
y el primer lucero comenzó a brillar en el cielo azul...
Me quede mirando como se iba la gaviota en busca de su nido,
en ese cielo que cambiaba de tonos para irse a dormir,
en los vestigios de la tarde que le daba paso a la noche,
acunando una hermosa luna en una postal de papel...
Los sueños que hemos imaginado y cumplimos en nuestra vida,
nos dejaron el sabor dulce de las fresas del amor,
y las vivencias que tuvimos a lo largo de nuestro camino,
nos dejaron una sonrisa plena dentro del corazón...
Las canciones matizaron los momentos de silencios,
las palabras contuvieron lo que no supimos manejar,
la pasión acompañó el periplo de nuestros sueños,
y en la vida que vivimos siempre nos amamos mucho más...
La vida nos lleno de rosas con y sin espinas,
que dejaron marcas en el semblante de nuestro atardecer,
pero mirando hacia atrás en el espacio que nos deja el tiempo,
nuestra vida juntos fue el cielo que nos llenó de felicidad...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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