Bajo mis pies descalzos transcurre el silencio,
las piedras del camino y la arena del desierto,
el dolor del mundo y el ardor de la vida,
y bajo mis pies descalzos se derrumba el tiempo...
Los amores que pasan por los días del miedo,
las distancias eternas y la angustia de la miseria,
y no hablo de la miseria de las cosas materiales,
hablo de esas que duelen junto con las ausencias...
Los años nos gastan la tibieza del afuera,
para dejarnos sólo la dureza que nos quema,
como un esparadrapo que queda arrinconado,
tirado en un balde después de la limpieza...
El albor que se acerca nos despeja las dudas de la noche,
y esa luz que vislumbramos nos hace creer que aún es posible,
que aunque el dolor nos pueda y nos saque de nuestro eje,
hay una puerta entreabierta que nos deja soñar...
El polvo del camino de tierra hasta la casa,
nos dibuja en el cielo el camino del regreso,
al lugar donde nacimos y vimos la primera estrella,
y al día en que tu madre lloró al verte partir...
Las raíces nos liberan para que caminemos solos,
pero nunca nos sueltan ni nos dejan caer,
porque en algún momento aunque ya estemos viejos,
con el pensamiento volveremos al regazo que nos vio crecer...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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