Me duelen las manos,
de hurgar en la tierra de los derrumbes cotidianos,
para buscar los pedazos de mi esencia,
y tratar de rearmarme dia tras dia,
para continuar así,
en la carrera de la vida misma...
Me explotan los sentidos,
tratando de exteriorizar la angustia, que transgrede los principios básicos,
de una metamorfosis que nos duele,
una sensación yuxtapuesta con una marcada bipolaridad extrema...
El sol abraza mi piel expuesta con sus rayos ultravioleta,
y la luna la languidece hasta dejarla de un blanco mortecino,
como si la sangre no irrigara mas esos tejidos inconexos,
como si esos cuerpos ya no fueran los mismos de ayer...
No se que ha pasado bajo el puente de la vida,
para que la reseca muerte bese las plantas de nuestros pies,
no se que ha oradado las costas de nuestras almas,
para que hoy seamos los restos de un celuloide desteñido...
No se que senda deberíamos seguir,
para evitar los míticos zarpazos de la destrucción masiva,
de esa guadaña que nos desafía alegremente al todo o nada,
donde el todo es la mera subsistencia,
y la nada es tan solo desaparecer...
No se adonde apunta el nuevo individuo social y patológico,
no se con que sustancia nos inocularan esta vez,
no se si solo se purificará la especie,
o será un exterminio encubierto de idiotez...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
no se si solo se purificará la especie,
o será un exterminio encubierto de idiotez...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
