Amores perdidos en mitad de la noche,
nos dejan suspiros errantes y vacíos en el corazón,
cielos azules pálidos que traen el fin de la noche,
y tus llantos ahogados por no poder llorar más...
Luces sin sombras, sin dudas y sin penas,
canciones tristes que escuchamos en el amanecer,
historias quebradas como esos bonitos tacos altos,
y bocas sugerentes pintadas con rouge, ¿para quien?...
Luna sin misterios escondida tras las nubes,
en un callejón vacío algún gato maulla por ahí,
soledades contenidas de viejas y nuevas decepciones,
mientras se van apagando las luces de esta vieja ciudad...
En el camino de vuelta después de una noche errática,
con los bolsillos vacíos y sin un cobre para soñar,
en el café de la avenida se calientan un poco tus manos,
y cuando todos se despiertan vos te dormís para escapar...
Vidas gastadas antes de jugar a crecer,
destinos fallidos después de una relación ocacional,
donde las princesas son como los bombones de la noche,
que suben a la carroza y se comen después de las diez...
Pero cuando amanece vuelven a ser tan frágiles,
como una mariposa a la que el viento derribo,
pagan muy caro por ser un par de horas las princesas,
pagan con su cuerpo y sin mirar a quien...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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