10 septiembre 2023
DESPEDIDA...
Al amanecer me senté a meditar a la vera del río,
para pensar en el ocaso que acompañaba mis días,
la niebla del amanecer nublo todos mis sentidos,
y comencé a decir adiós sin un porqué...
El silencio se adueñó hasta del vuelo de los pájaros,
hasta que se poso a mi lado una paloma inquieta,
queriendo compartir conmigo alguna de sus migajas,
y para no dejarme sólo quizás no se echó a volar...
El agua se llevaba el rumor de los quejidos del viento,
como un lamento de los dioses de esa agua color marrón,
y así muy lentos los camalotes que venían navegando,
se llevaban a la deriva el bagaje de mis ilusiones perdidas...
El día despunto frio y el sol se llevó la niebla,
el río amaneció como siempre con el cancino paso de sus aguas
y mi mirada se fue detrás de un tronco que pasaba lento,
como buscando escaparme de este encierro emocional...
Me evadi por el horizonte de esas aguas que corrían lentas,
para que volver si ya no tenía ningún sentido,
era hora de levantar el vuelo hacia otros lares,
en busca de mitigar un tedioso desconsuelo...
Me senté al amanecer a meditar a la vera del río,
y el agua me llevo del otro lado del horizonte,
la paz me abrazo y se quedo a mi lado para siempre,
para dormirme en un remanso donde hacía tiempo que estaba ausente...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
08 septiembre 2023
EN LA BARRA DEL BAR...
Era tarde y en la barra del bar ya no quedaba nadie,
sólo estaban mis huesos luchando con mi alma,
la calle estaba oscura y la niebla la hacía más opaca aún,
en el bar el aire viciado y el alcohol hacían una atmósfera densa...
Bailabas despreocupada mientras en el piano sonaba tu canción,
casi que en el entrevero me imaginé que bailabas para mi,
mientras se movían tus piernas y tu cuerpo se contoneaba,
rítmicamente como en un conjuro propio de la seducción...
La noche me devoraba con el humo del tabaco,
las luces brillaban sobre mi cabeza y le daban la impronta al lugar,
tu mini short ajustado y ese par de medias negras,
realzaban la belleza de tus piernas de mujer...
La picardia de tus ojos y el lunar de tu mejilla,
cómplice de la sonrisa que mostraba tu mejor perfil,
la música de fondo de un blues que lloraba el piano,
y marche otra copa compadre para apagar este sofocón...
La noche acabó cuando el sol encendió sus velas,
y el frío de la mañana que me invitaba a dormir,
con la resaca volaban todas las moscas de mi cabeza,
pero el hoyito de tu mejilla aún sonreía para mí...
La llave se resistía a abrir la puerta de casa,
o quizás era la tranca la que no me sostenía en pie,
apenas pude llegar a caer dentro de mi cama,
y abrazándome a mi almohada soñé que eras mi mujer...
Me desperté casi al mediodía y la cabeza me explotaba,
maldiciendo a mil demonios por todo el alcohol que tome,
no me acordaba de nada casi ni como me llamaba,
lo único que recordaba era que bailabas para mi...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
04 septiembre 2023
LA VIDA Y LA MUERTE...
Es la última bocanada de aire que ingresa a tus pulmones,
en el último soplo de vida que destella en tus ojos,
tus pupilas se dilatan porque la luz ya no te duele,
en el silencio de tu pecho donde ya no late el corazón...
Cruzaste la barrera que te separaba del otro lado,
y el dolor ya no impera doblegando a tu cuerpo,
la mística quedó atrás perdida en un rincón del tiempo,
mientras el vórtice de tu alma alumbra tu inmensidad...
Un espacio corroído por la humedad del destino,
para olvidar las flores en la tumba de la consciencia,
para recordarnos que sólo somos simples pasajeros,
de un globo aerostático que flota en el silencio...
¿Será la muerte que nunca se olvida de venir?,
¿será el olvido que se resiste siempre a ser el después?,
¿será el después el que no quiere terminar en la nada misma?,
¿o será la nada la que le gane al final esa batalla a la muerte?...
La vida y la muerte van caminando de la mano,
por el mismo camino dependiendo la una de la otra,
una dicotomía más como si fuera un blanco y negro,
un yin yang que irremediablemente terminará en un final...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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29 agosto 2023
¿ QUE MIRÁS ?...
No es un día bueno para pelearme conmigo,
la presión es demasiada y ya no me soporto,
no quiero tener que pasar por esto otra vez,
y para colmo las horas son más lentas que de costumbre...
¿Que mirás?, si afuera está todo apagado, quieto y sin vida,
tan apagado como el adentro que ya no existe,
la vida me transforma en nada y me descarta,
como un microsegundo de un eterno parpadeo...
Me desgasta esa pelea del todo contra la nada,
quizás sea porque la nada gana siempre y ya me aburrió,
el todo no se queda atrás y presiona más y más sin darme un respiro,
y a la larga todo seguirá igual aunque el mundo entero patalee...
El contrapunto termina siempre en punto y coma,
aunque elije ser casi como un punto final,
coartando la frase para que ese final nunca llegue,
o tal vez lo acomode a gusto o a disgusto del consumidor final...
La novela llamada realidad me impacta de lleno,
y me despierto con frío porque olvidé la ventana abierta,
las cortinas parecen fantasmas que vuelan por toda la habitación,
y mis ojos se acurrucan debajo de la almohada...
Otro día más que no es bueno para pelearme conmigo,
aunque a estas alturas ya debería estar acostumbrado,
la cafetera empezó a silbar y el olor del café me seduce,
huy..., me dormi y me quedan treinta minutos para llegar al trabajo !!!...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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21 agosto 2023
LA ANTIGUA CASA DE SAN TELMO...
La antigua casa de San Telmo me envuelve en su soledad,
que es mayor sin tu presencia sobre todo en estos días,
cuando va naciendo otra nueva noche azul,
tan llena de misterios escondidos en el fondo de mi corazón...
Los paredones están vacíos y sin los rastros que deja el amor,
de esa dulce historia que vivimos como la luna enamorada del sol,
con las enredaderas esperando que vuelva a florecer esa pasión,
o en las flores que perfuman todos los secretos que guarda tu balcón...
Una mirada a nuestra casa que hoy está casi deshabitada,
nos lleva a todo o nada en el silencio atroz de ésta madrugada,
en nuestro lugar aún suena la música que hemos sido,
y en los rincones de la casa aún se ven los vestigios de tu impronta...
Como duele el amor cuando nos deja ahí abandonados,
que profundo se desgarra el alma cuando se nos cae el corazón,
las paredes se desmoronan sobre la nada en que nos convertimos,
y esa que fue nuestra casa se convierte en la guarida del dolor...
La antigua casa de San Telmo me envolvió en su soledad,
la casa que fue amor hoy tan solo es un muro de silencio,
y la historia de la luna enamorada del sol,
fue cielo nublado de una tormenta que arrasó con nuestros sueños...
La antigua casa de San Telmo se extinguió en la soledad,
mi corazón ya no soporto más el agobio y el sufrimiento,
y el calor del hogar que llenaba los espacios en otros tiempos,
junto a la lluvia lloró al amor que lentamente se nos fue...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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19 agosto 2023
MÁSCARAS...
Pierdo la noción del tiempo y me vuelvo irracional,
hasta anular la conexión con lo que me rodea,
ya no puedo pensar porque sólo veo por tus ojos,
respiro por tu aire y literalmente muero por ti...
Me refugio en tus besos y me anido en el calor de tu boca,
se me derrite el alma cuando tus ojos me miran así,
se apodera de mi el temor de perder la cordura,
de sólo pensar que en algún momento ya no estuvieras aquí...
El reloj salió a facturarme el tiempo que he perdido,
ese tiempo que he malgastado en noches de soledad y tanto frío,
cuando el cielo se me apagó porque creí que no era tu estrella,
y así la noche opacó la templanza de mis aciagos días...
Pierdo la noción del sentido de la vida misma,
abrazo las agujas de ese reloj para que no torture mi consciencia,
me aferro a tus palabras para volver a creer en el amor,
dejando de lado mi propia vanidad carente de autocritica...
Se caen las máscaras tatuadas en un pasado que subyugo mi destino,
dejando al descubierto las pálidas hilachas de una vida vacía,
porque extraño tus abrazos y la contención que me daban,
cuando todo me sonreía porque mi vida era tan feliz...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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13 agosto 2023
PIEL DESNUDA...
Una lluvia de nostalgias moja el amor que nos alimenta el alma,
y mis ojos se alimentan con la bella imágen de tu piel desnuda,
en nuestra noche inquieta que se escapara con el amanecer,
dejando al descubierto solo el barro oscuro de mi sombra...
Te contemplo en silencio y suspiro porque me siento vivo,
en un día calmo después de una noche de intenso frenesí,
me visto despacio y dejo bajo la almohada los retazos del olvido,
buscando una excusa para volver a verte esta noche otra vez...
El cielo promete otra noche cerrada de lluvias y frío,
y mis ojos ansían que tu cálida piel se desnude otra vez,
el barro de mi sombra espera que llegue un amanecer agitado,
y los retazos del olvido queden sepultados por tu manto de amor...
Es ahora el momento de olvidar la soledad que hemos sufrido,
es ahora el momento de escribir y dibujar sobre nuestra piel,
con mi mano diestra ejecutando la pluma del amor prohibido,
pidiéndole a tu corazón que llene mi cuerpo de amor otra vez...
Cierro los ojos y me encadeno al crisol de tus dulces palabras,
con una mezcla de sensaciones impetuosas que llenan mi corazón,
en esta noche inquieta de pasiones llenas de amor y piel desnuda,
donde el amor irracional nos desborde los latidos de nuestro corazón...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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11 agosto 2023
CERRARÁS LAS PUERTAS...
Cerrarás las puertas de ese monasterio,
adentro de esos claustros el humo nos sofoca la respiración,
la mirra y el incienso hacen una mezcla tediosa,
y el aire viciado nos conduce a la sumisión...
El alba nunca llega para terminar esta noche de penitencias,
las oraciones en latin hacen que todo sea denso y opaco,
como el humo bendito que nos deja en un trance profundo,
con una oración rota junto al Cristo de los pecados...
Cuando amanezca tú cerrarás esas puertas,
pero yo me habré ido tras sus pasos en silencio,
dejando atrás mi sombra quieta y pecadora,
flotando descalza sobre las lápidas negras del olvido...
Las noches de intensa lluvia en los cristales de las celdas,
sonarán como un telégrafo maldito dulces melodías sacrilegas,
las del libro de los muertos invocando al priorato de la abadía,
para el sacrificio de la luz eterna que alguna vez brillo y hoy es sólo polvo...
Nunca estuve en la morada que habité,
ni siquiera con los más oscuros pensamientos,
siempre fui como el viento vagando en mi propio destino,
porque siempre he sido el cuchillo que atravesó mi propio corazón...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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10 agosto 2023
HIERBA FRESCA...
Me quite los zapatos para sentir la tierra del suelo por el que camino,
me deshice de las ropas para que el viento me recordara que aún tenia piel,
me quede bajo la lluvia para poder entender mis plegarias en silencio,
y dormí sobre la hierba para conectarme con la tierra que me vio nacer...
Quise caminar por la fina cornisa que manejan mis miedos,
buscando no perderme en la profundidad de un agujero sin fin,
quise volar con la imaginación abierta de mis pensamientos,
pero no pude soltar las raíces que me atan a este suelo aún...
Derrote los monstruos que durante años me quitaron el sueño,
y tuve primaveras que llenaron de flores mis viejos sentidos,
amaneceres nuevos de noches viejas cargadas de hastío,
y hojas de otoños que deshojaron calendarios casi sin querer...
Me di cuenta tarde que era la vida la que se pasaba,
y entre las acacias llore alguna tarde la soledad de ese abril,
abri las ventanas y puse hermosas flores en todos los rincones,
y me di otra oportunidad para amar denuevo y volver a sentir...
Me quite los zapatos para sentir el suelo en el que estoy parado,
me dormí sobre la hierba solo para conectarme con vos,
solté las amarras que ataron mis años de miedo a la vida,
y le cerré las puertas a un pasado oscuro que no me dejó vivir...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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LA CIUDAD Y UN CAFÉ...
Pido un café y miro la calle a través de la ventana,
me lo traen y lo revuelvo mientras el azúcar cae como una lluvia,
la Avenida Santa Fe esta tarde está muy acelerada,
y las personas que pasan parecen sombras que se esfuman...
Espero impaciente que llegues pero el tráfico te demora,
y mi reloj no atrasa aunque no quiera que pase más el tiempo,
se despejó el cielo y los vidrios sólo muestran lo que somos,
dos sombras interactuando en el silencio...
Fuimos, somos, seremos, o quizás ya no,
porque perdimos la etiqueta con el código de barras,
y quedamos ausentes con aviso del marqueting del amor,
olvidados en el escaparate de los maniquies obsoletos...
Te miro y mientras te acomodas fantaseo con escaparme,
pero las sombras de la cordura me dejan paralizado en la silla,
mentalmente intento en vano huir de ti,
pero tus labios como el azúcar del café atrapan mi boca...
Pido otro café y sigo mirando la calle a través de la ventana,
cada vez hay más personas y más sombras,
pero esta vez no se esfuman y me susurran al oído,
que Buenos Aires se ha disuelto en mi café...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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