CAMBIAR DE CASA...

Alguna vez escribí para una casa que era grande, bella y confortable,
en la que había vivido once años de mi vida,
once años de mi lejana y tranquila niñez,
y una fuerte sensación de angustia por tener que dejarla...

Después vino el acomodamiento y con la adolescencia tuve otra casa bella y confortable,
cincuenta años de mi vida pasaron por esa casa,
con tanta agua que ha pasado bajo el puente en todo ese tiempo,
y una vida entera que he vivido entre sus paredes...

Sus paredes fueron mi guarida y la torre de mis castillos,
quienes escucharon tantas veces mi llanto por algún amor quebrado,
quienes ocultaron mi dolor en duros momentos de mi vida,
porque fueron mi fortaleza y mi lugar en el mundo...

Hoy con la vida hecha y con sesenta años en mi haber,
elijo tomar otra vez un nuevo rumbo cambiandome de casa,
igual que esa canción que decía tengo que cambiar de casa,
cambio número y esquina en tanto que ninguno es como yo...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2023 Derechos
Reservados Autor 

RETENER EL TIEMPO...

Todo en la vida suele ser tan frágil y pasajero,
como esos eternos viajeros que nunca llegan al edén,
nada me pertenece porque todo lo material es prestado,
excepto los recuerdos que quedarán para siempre dentro de mi...

Las imágenes grabadas en el fondo de mi retina,
donde lo material sólo me sirve para sobrevivir,
con tanto silencio mi respiracion me aturde por las noches,
y el viento de la mañana se lleva las hojas de paseo por ahí...

Lo que nunca podré olvidar es el calor de tu cuerpo,
y la pasión que me regalaste esa noche aún sin esperar nada,
sólo era un ente que estaba errante en un camino perdido,
y esa chispa encendió el fuego dentro de mi corazón...

La soledad nunca fue una buena amiga para nadie,
aunque en algunos momentos hasta la llegue a querer,
la vida en si es tan simple como una flor que se abre,
si el eterno sol con su luz me conduce hacia ti...

¿Como retener el tiempo perdido cuando es tarde?,
si el agua se me va entre los dedos y tampoco la puedo retener,
si las nubes tienen tantas formas caprichosas en mi cielo,
y los laberintos de tu oasis siempre estarán allí...

¿Como sostener el valor de los sentimientos?,
con los sentidos en alerta para no perder el amor,
es como transitar la fragilidad de mi destino,
sobre una alfombra de rosas sin espinas que preparé para ti...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2023 Derechos
Reservados Autor 

AUSENCIAS QUE PESAN...

Los pañuelos amarillentos dejan a su merced el llanto,
de sábanas sin tiempo y antiguos ruidos de camas olvidadas,
ahogando los murmullos de viejas almohadas sin pudor,
donde pasaron muchos nombres pero siguen pesando las ausencias...

En un papel ajado que guardo en mi viejo morral,
apenas puedo leer tu nombre anotado con tinta sangre,
con un corazón y un trébol de cuatro hojas entrelazados,
a un ramito de violetas que alguna vez te regalé...

Los poemas que te escribi debajo de la luna de ese cancino verano,
siguen viajando aún por la vía láctea de mis pensamientos,
tomándote de las manos para que vueles conmigo,
y cuando se cierre el morral te quedes dentro mío para siempre...

Los pañuelos bordados con tus iniciales y las mías,
aún están en un bolsillo del morral como mudos testigos de todo,
los caminos de la vida siempre tienen alguna esquina,
y en esas esquinas muchas veces malogramos el rumbo...

Las cuartos llenos de historias sin tiempo,
las sábanas manchadas de vidas vacías,
y muchas noches de insomnio como efímero decorado,
de las ausencias que golpean a un viejo corazón...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2023 Derechos
Reservados Autor

ENAMORADO DE TU AMOR...

Los secretos de tu intimidad los conozco como nadie,
los silencios de tu noche azul y lo que encierra tu alma,
lo que prefieres al amar y lo que expresa tu cuerpo,
en esas noches donde se enciende hasta el mismísimo infierno...

Un lago perdido entre la soledad y el deseo,
y un cielo diáfano donde se refleja la sensualidad,
los latidos encadenados a una pared del olvido,
y la arena que se escapa entre los dedos del silencio...

Las ventanas dejan ver las luces del corazón,
detrás de un velo que late sobre el lunar de tus labios,
mientras tus ojos ocultos detrás del velo de tu pasión,
me miran inquietos buscando seducirme sin piedad...

No resisto más y me entrego al dulce juego de tu amor,
me reflejo en el espejo de la sal de mis propias lágrimas,
esas que desbordan como ríos de mis ojos enamorados,
para sumergirme en la sensualidad del lago de los deseos...

Siento el calor y la proximidad de tu cuerpo,
me derrite este juego perverso del placer,
te busco y atrapo en mis redes la lujuria de tu amor que me subyuga,
donde me siento el hombre más poderoso de la faz de la tierra...

No quiero que termine este juego de mágica excitación,
y a cada paso descubro otras nuevas sensaciones,
estoy a un paso de llegar al infierno de este amor que me quema,
para descubrir al fin que soy un hombre enamorado de tu amor...

Este infierno que abrasa mi piel sudada y desnuda,
me deja exhausto casi sin aliento abrazado a tu cintura,
para entender que al fin y al cabo sólo soy un hombre,
que cayo en las redes que tu amor le puso a mi enamorado corazón...




Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2023 Derechos
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TINTA PARA VIVIR...

Las palabras corren por la tinta con sus propios destellos de luz,
formando frases que caminan por la memoria,
marcando a fuego los hechos que quedan guardados,
en el interior de la consciencia de los hombres...

En un viaje a la fascinación del alma quedamos escondidos detrás del olvido,
para que los manotazos de la vida  no puedan lastimarnos,
porque son los propios cuerpos los que se abren paso en el camino,
para volver a ser ellos mismos en su más puro estado...

La tinta es la viva sangre de todos los poemas,
esos que nos hacen viajar por los diversos caminos de la magia,
los que hablan de nosotros, los que cuentan de otras vidas,
y los que quedan flotando en el aire cuando brotan de esas venas...

Las flores, las lágrimas y los encuentros de la vida misma,
ocupan los renglones imaginarios en los cuadernos del tiempo,
las noches con sus lunas, los días con sus soles,
más todas esas palabras que se anidaron en ti y jamás olvidarás...

Un te quiero, un te extraño o un ya voy para allá,
un gracias y un te amo pueden más que los silencios,
las palabras describen las mejores sensaciones,
y el corazón las atesora muy adentro para en un suspiro soltarlas en el viento...

En ese viaje etéreo por el que vuelan las palabras,
transcurre la vida que nos ha tocado vivir,
aprendemos tropezando y esquivando las piedras del camino,
y esa es la única manera en la que se aprende a vivir..., ¡ viviendo !




Eduardo Garrido
Buenos Aires
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EL FANTASMA SIN NOMBRE...

Como un fantasma artero y silencioso,
que caminas siguilosamente por dentro mío,
que no me avisas, ni me preguntas,
que me invades sin pedir permiso...

Y destruyes a tu paso todo lo que tocas,
tu nombre de sólo escucharlo da tanto miedo,
causas mi terror y me paraliza la respiracion,
porque tristemente cuando avisas ya es tarde...

Porque ya no queda tiempo para poder enfrentarte,
y asi como si nada has tomado parte de la vida que aun me queda,
o tal vez sin haberme dado cuenta ya la has tomado toda...

Por eso mujer desde joven aprende a cuidar tu cuerpo constantemente,
frente al espejo o echada en tu cama revisa tus senos con detenimiento,
y ante una anormalidad que encuentres por mas insignificante que te pareciera,
consulta a tu médico sin dudarlo y no te detengas...

Revisa tus pezones con suaves movimientos circulares,
extiende el reconocimiento,
por el resto de tus mamas hasta las axilas,
si notas algún bulto o quizá alguna dureza,
por pequeña que sea consulta con urgencia...

Puede ser importante, vital, puede salvar tu vida !,
puede ser la oportunidad de vencer a este fantasma,
que te destruye en silencio hasta matarte...
enfrentalo sin temor con prevención y con confianza,
solo así, lo podrás derrotar...

" Cuidemonos todos para prevenir el cáncer "




Eduardo Garrido
Buenos Aires
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GRITO DESESPERADO...

Como hacer silencio para escuchar tu voz,
cuando no puedo dejar de gritar que aún te amo,
la noche me pide que tenga conmigo un momento de paz,
porque el dolor se siente mucho y aún me sangra el alma...

No tengo ganas de escribir esta pena por escribir nomás,
me ganó la impotencia cruel de esta noche sin destino,
jugué en este casino para ganarme todo pero he perdido la razón,
y ya no me queda resto ni siquiera para pelear por ti...

Amor mío dime por favor como llegamos a esto,
aunque ya no tiene sentido decir nada más,
como voy a hacer para olvidarme de tus besos,
si es tu boca ardiente la que busco con desesperación...

Como voy a hacer para intentar dejarte atrás,
si el mapa de mi camino empieza y termina en tu mirada,
como voy a hacer para fingir que no estas ahí,
si desde esa noche te llevo clavada en mi herido corazón...

Amor mío como no llorar en este cuarto vacío,
si aún siento en mi almohada el perfume de tu piel,
como tratar de llegar a la orilla del amanecer,
si me ahogo en el profundo mar de esta noche oscura...

Dos rosas negras como epitafio del final,
acompañando el frío trance de otro amanecer,
dos rosas blancas formando un sólo corazón,
y los pétalos esparcidos sobre la cama para decirte adiós...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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BERRINCHE...

Me quede en silencio y solo me senté a tu lado,
no quise ni mirarte para que no te sintieras mal,
respete tus tiempos y espere a que me hablaras,
te ofrecí un alfajor pero no dejabas de llorar...

La tarde era tan fría y soplaba mucho el viento,
y los mocos se te mezclaban con esa cara de nena enojada,
te hacías la niña grande como que no te pasaba nada,
pero en tus ojos el enojo me decía mucho más...

Otro berrinche por nada y es otro más a la cuenta,
otro enojo con el mundo por otro capricho nomás,
otra pelea con tu hermana por el pelo de las muñecas,
y otra vez viene papá para salvarte de todo el mal...

Mi chiquitita, mi muñequita dulce y bonita,
mi pompa de jabón volátil, sutil y caprichosa,
ocupando mi cabeza desde el día en que naciste,
llenando mi corazón desde que escuche de tu boca el primer papá...

Vivo pendiente de ti para cuidarte y protegerte,
vivo aprendiendo cada uno de mis días a ser tu papá,
déjame abrazarte hija mía para calmar tus miedos,
no te preocupes y no llores, sonríe que llegó papá...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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CABELLOS BLANCOS...

Aunque las horas pasan lento me sostiene en pie la vida,
porque a pesar de todo lo que mis ojos ya no pueden ver,
después de cinco siglos estas aguas siguen apaciguando mis miedos,
y puedo sentir a lo lejos que el viejo río tampoco sabe bien quien es...

Mis pupilas cansadas no distinguen el lecho del río,
porque ya no hablan con el espíritu del agua,
que sin prisa y casi con toda su monotonía,
como un ente autómata sigue su cauce lento con destino al mar...

Mi cabello se volvió blanco y las hebras de plata salpicaron mis cejas,
mi barba creció con la paciencia y el perdón fue un hábito para mi,
el rumor del agua me canto sus mantras maravillosos,
y el sonido de los cuencos sano el alma que aún vibra en mi...

La vida en su paso me despojó de la arrogancia de la juventud,
el tiempo en su camino deshojo las flores de la consciencia,
mientras las semillas del silencio germinaron en mi bosque de madreselvas,
para que aprendiera a escucharme desde adentro de mi propio corazón...

Las piedras del camino me forjaron los senderos,
las aves con sus trinos le dieron la música a mi paz,
el sol marcó mi piel y calentó mis viejos huesos,
y al despuntar cada día la vida me enseño que volvemos a comenzar...

La humildad le dio cauce a mi destino,
la naturaleza me dio todo lo necesario para subsistir,
la meditación me llevó a través de los caminos místicos,
y la vejez me trajo con sus años la sabiduría de vivir...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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UN CAFÉ CON LA SOLEDAD...

Recordando las letras escritas en esas nostálgicas tardes,
vuelven a aflorar en las fragancias de las flores, lugares y sombras,
las emociones de la vida que se nos quedaron en el alma,
para acompañarnos siempre y cada vez que nos sentimos solos...

Versos que marcaron momentos inolvidables,
canciones que hemos escuchado junto a un gran amor,
besos que quedaron flotando en el viento para siempre,
y caricias que aunque ha pasado el tiempo aún sentimos en la piel...

Un café calentito en el cómodo sillón del jardín de invierno,
rodeado de las plantas que siempre cuidaste con tanto amor,
con las caprichosas luces y las sombras que nos deja la tarde,
jugando a las escondidas con el sol que ya se apagó...

Aparece la noche con su gala y todos sus misterios,
aparece con la espesura de toda su inmensidad,
trayendo consigo todo el eterno bagaje de sus silencios,
para acomodarse aquí a mi lado en el sillón para conversar...

Conversar con mi entrañable y compañera soledad,
comentarle de mis días, de mis noches, de mis silencios,
esos que me aturden porque me gritan al oído,
que soy un viejo loco que ya le perdió el miedo a la soledad...

Conversar del paso del tiempo, de los años que ya se han ido,
de como nos trato la vida y lo poco que nos queda ya,
y ese café calentito que apenas nos entibia el alma,
es nuestra mejor gala porque nos ayuda a recordar...

Casi que está amaneciendo y el sueño viene por mi,
la soledad también aprovecha el momento para irse a descansar,
hasta la próxima noche mi vieja y querida amiga,
mientras la vida nos permita tomar un café para no olvidar...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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