La luna alumbró nuestros caminos,
y reflejo la soledad que había en los dos,
acompaño nuestras ganas de expresarnos,
y fue el inicio de este hermoso y gran amor...
La indiferencia arrastraba nuestras vidas,
nuestros mundos se eclipsaron con el sol,
conjugamos nuestros sueños mas urgentes,
y elegimos apostar a la ilusión...
Esa luna y las estrellas que titilan,
van marcando el escenario de este amor,
y quien dirije la obra de arte tan sublime,
es cupido flechando nuestro corazón...
Esos paseos bajo la luz que alumbra el lago,
en esas noches de un verano pasional,
y ese beso que te robe en los jardines,
con los jazmines y su fragancia tan sensual...
Bajo la luz de una farola nos besamos,
y te propuse ser tu príncipe inmortal,
y nos juramos que estaremos siempre juntos,
y que ni la muerte nos pudiera separar...
Bajo la luz de esa farola nos juramos,
amor eterno en nuestro paraíso terrenal,
y nuestro reino será el ámbito perfecto,
para el romance de la paloma y el zorzal...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
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