Aprendí a vivir,
pensando en el mañana,
comprendí que el dolor,
te conduce al ayer...
Acepte que el destino,
jugo a las barajas conmigo,
y encontré en tu amor,
el remanso de mi vida...
Donde vas...,
no abandones a este pájaro en la tormenta,
que aun no ha curado bien sus alas,
y la lluvia lo vencerá...
Donde vas...,
no abandones este tibio nido,
que este gorrión aun necesita tu calor,
y si te alejas, morirá de frío...
Donde vas...,
que es tan solo una tormenta,
y después de la tormenta,
casi siempre sale el sol...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
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