La noche me volvió a ganar de nuevo,
me hizo trampa en el casino de la vida,
perdí mi esencia, mi soledad,
y me llevo a transitar otro camino...
Y esto que siento es tan nuevo y tan real,
y lo que protejo no es para nada casual,
solo es polvo que el tiempo pudo acumular,
sobre una vieja y triste estatua de sal...
El despertar a un nuevo sentimiento,
es empezar con todo nuevo una vez mas,
y en este casino donde el punto termina siendo banca,
apostamos a crear una nueva inmensidad...
El amor que resurge en una etapa ferviente,
nos invade de paz y plena felicidad,
generando momentos de pasiones y cielos,
acariciando las pestañas de tu paraíso terrenal...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
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