No quiero mas felicidad
dibujada sobre vidrios empañados,
que esas gotas de vapor se llevara,
horadando huecos vacíos en el corazón...
A medida que pasan los años,
la incertidumbre comienza a socavar nuestras emociones,
dejándonos desnudos en medio de la noche,
tratando de llegar a nuestra guarida y sin saber como...
La lluvia de febrero,
molesta mas de lo que alivia,
el clima se hace densamente insoportable,
y el único cable a tierra lo encontramos en una ducha fría...
El momento en el que el agua aclara las ideas,
el final de una jornada espesa,
y el alma que nos arde tanto, después de incendiarse una vez mas...
Paradojas sutiles marcan esta depresión,
alteraciones energéticas hacen que nuestra química sea ambivalente,
el yo y el súper yo se desdoblan por amor,
tratando de conservar los lazos que nos mantienen vivos...
Con una cerveza bien fría,
parado frente a la heladera,
debajo de un ventilador industrial,
y las luces apagadas para disimular la soledad...
Esa soledad que nos seduce,
que no pregunta y nos libera,
que come, se levanta, se baña, desayuna, camina y se acuesta contigo...
La encargada de limpiar los vidrios empañados,
que contienen las felicidades dibujadas,
y aunque también te atrapa y te lastima,
te acostumbras a ella y ya no podes dejarla...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
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