Siento que no puedo encontrar,
el agua en el mar eterno,
y que ya no te puedo mirar ,
si la luz se apaga en mi alma...
El árbol que oculta mi bosque,
me da una sombra compleja,
y ya no puedo ver el sol,
si la oscura noche me apresa...
El cielo opaco ya no me deja ver,
los brillos de la última estrella,
mientras las inquietas gotas de lluvia,
caen mojando esta vieja tierra...
El fuego de los infiernos,
ya no arde como en otros tiempos,
sera que todo se ha devaluado,
hasta los misterios del mismo diablo...
El viento huracanado,
arrasa con mis pensamientos,
y la brisa que me deja flotando,
me perfuma con nuevos sentimientos...
Cuando se caen las hojas de los árboles,
y las flores marchitas ya no me importan,
cuando el destino me desequilibra,
y no encuentro la respuesta a esta derrota...
El pasado se diluye en el presente,
enfocando de lleno en el futuro,
que renace después de la tragedia,
y como el ave fénix desde las cenizas vuelvo...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.
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