Las alas desplegadas de la vida,
al transcurrir el tiempo,
se impregnan del olor rancio,
que va dejando tras de si el hastío...
Las historias complicadas,
nos dejan un sabor amargo,
que se evapora con la dulce miel,
que provoca el encanto de un nuevo amor...
Dejaste huecos vacíos en mi corazón herido,
y tras tus pasos quedaron huellas perfumadas,
que me recuerdan los pétalos de esas rosas,
que deshojamos en nuestro lecho de pasión...
Un cielo despejado con una blanca luna,
las estrellas fugaces dibujando un camino,
y dos almas entregadas plenamente a un nuevo amor,
restaurando las alas que la vida les dio...
Y nuevamente desplegamos las alas de la vida,
como si fuera un velero que se desliza por los mares,
en busca de puertos de osadas travesías,
que dejan las bitácoras desbordadas de historias...
Amores turbulentos de sordidos personajes,
amores urgentes de camarotes fáciles,
amores volátiles, etéreos como el aire,
de una vida con alas desplegadas para amar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina 🇦🇷
D.R.A.
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