La nostalgia de la lluvia en el cristal,
con el limpiaparabrisas que se mueve acompasado,
y la música que suena en la radio del auto,
recordándome las voces del ayer...
Voy como abyecto en un paseo autómata,
sin noción del tiempo ni el espacio,
hundido en un cálido sopor,
de recuerdos y sensaciones mundanas...
Parece que aun te estoy escuchando,
tarareando tu mágica canción,
la lluvia, la carretera y el motel al lado de la ruta,
llenan el recuerdo de nuestra primera noche de amor...
La nostalgia de la lluvia y del camino,
transportan mis sentimientos huérfanos,
envueltos en un manto místico de amor,
como si fueran los despojos de un náufrago en la tormenta...
El pueblo y el motel al lado de la ruta ya no están,
el lugar donde nos amamos ya no existe,
tampoco existe el amor de aquella vez,
solo quedo la lluvia que moja mis recuerdos y me encoge el corazón...
Detuve el auto donde alguna vez me entregue a tu amor,
apague las luces y subí el volumen de la música,
me deje llevar por la melodía de tu canción,
y volví a tener veinte años como aquella vez...
Un trueno me hizo volver a la realidad,
tu canción había terminado y llovía mucho,
puse en marcha el auto, seque mis lagrimas,
y me aleje de allí con mis recuerdos a cuestas...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina 🇦🇷
D.R.A.
