Los arpegios que toca la orquesta,
son el preludio para nuestro amor,
ese aroma nos deja el sabor,
de las naranjas cortadas con menta...
Las magnolias nos perfuman la siesta,
y nos abren los sentidos sin temor,
despertando de un intenso sopor,
para darle vida a nuestra fiesta...
Que nos llena de brillo y esplendor,
para entregarnos plenos de pasión,
en esa tarde lúdica de amor...
Que nos desbordo de luz el corazón,
alejando de nosotros el dolor,
con ternura y nuestra mejor canción...
Eduardo garrido
Buenos Aires, 🇦🇷 Argentina 🇦🇷
D.R.A.
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