Ojos vacíos desprovistos de miradas,
sueños desnudos sin pudor ni vanidad,
calles oscuras donde los pasos no se escuchan,
lamparas rojas para marcar el lugar...
Ambientes con aromas de perfumes baratos,
puertas sin llaves para entrar sin llamar,
habitaciones agitadas con horarios establecidos,
sabanas calientes solo de sexualidad...
Encuentros urgentes de urgencias corporales,
tarifas arregladas abonadas antes de entrar,
un par de horas de acuerdo a la tarifa,
y un poco mas caro solo para pernoctar...
A lo largo de la historia lo llamaron de mil formas,
casa de lenocinio, prostíbulo o lupanar,
pasando por burdel, mancebía o casa de citas,
fueron tantos los nombres para describir a un mismo lugar...
Lugar de amores baratos que son solo de mentira,
vendedores de alegrías y encuentros en la clandestinidad,
lugares de visitas de una vez a la semana,
donde se liberan las tensiones pero no te podes enamorar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
©-D.R.A.
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