Me desperté desde un sueño,
caminando en una blanca playa de papel,
mientras los girasoles negros,
flotaban sobre un cielo claro que estaba al revés...
Una lechuza de curiosos ojos,
me chistaba desde un árbol gris,
y un enorme sol de mandarinas,
brillaba intenso como aquella vez...
La casa del campo,
dormitaba la siesta de enero,
y el laurel del fondo,
le daba sombra al gallinero de la abuela...
La vida nos pasaba lista cada día,
y eramos tan felices en una quinta con casi nada,
donde las horas mansas saltaban,
como las palomitas de maíz que nos hacia mamá...
Quisiera volver a esos caminos de tierra,
a esos momentos de la vida con mi perro Sebastián,
donde para ser feliz solo nos hacía falta,
un chocolate con almendras debajo del alféizar ...
Me desperté con imágenes para seguir soñando,
con palabras hechas de amor y caramelo,
viajes en globo y vueltas al mundo de la imaginación,
entre girasoles, mandarinas y recuerdos...
Me desperté desde un sueño con madreselvas y helechos,
las macetas con malvones, el aljibe y el palomar,
con una playa blanca hecha de papel rayado,
que se lleno de historias y palabras hechas para soñar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, 🇦🇷 Argentina 🇦🇷
D.R.A.
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