24 enero 2022
EL SOMBRERO...
Tomando un café en el living después de la cena,
sentí como frío en todo el cuerpo,
mire hacia la puerta que se había abierto,
y volvi a ver colgado en el perchero el sombrero del abuelo...
Cuantos recuerdos y momentos que volvieron a mi cabeza,
el viejo sombrero de ala ancha que el abuelo lucía con orgullo,
ese sombrero que me llevo a la dulce infancia,
cuando el abuelo me llevaba a jugar a la plaza...
Siempre enfundado en su traje de tintorería,
con la camisa impecable y la corbata al tono,
el pañuelo que asomaba en el bolsillo del saco,
y los gemelos que brillaban con el reflejo de la luz...
El abuelo era un hombre muy elegante,
había venido desde su Galicia natal de muy jovencito,
y no se como hacía pero siempre olía bien,
era el clásico gentleman con aroma a Old Spice...
La cigarrera con las iniciales regalo de la abuela,
dulce gallega que había partido algunos años antes,
en las tardes de verano con el triciclo en la vereda,
fumando el tiempo mientras me veía jugar...
Viejo divino quizás alguna vez en otra vida,
volvamos a pasear por una plaza cualquiera,
donde nos estará esperando el carrito del pochoclo,
con los pochoclos calentitos recién hechos...
El café quedo corto para tantos recuerdos,
la puerta se cerró y ya no entraba frío,
y en el segundo café el sombrero aun seguía en mi retina,
recordándome la cálida y paternal imagen del abuelo...
Viejo divino en que dimensión estarás,
cuando volveremos a pasear de la mano,
en que momento de la vida me haré grande,
en que momento de la vida te dejaré de extrañar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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