CENIT...

Las flores del jardín del tiempo siempre estarán vivas,
las luces brillantes del amor se encenderán para ti,
mientras los caminos del alma se vestirán de gala,
para festejar que la vida sigue su curso constante...

Quiero volver a caminar contigo de la mano,
a recorrer las plazas de los árboles verdes,
con los nidos radiantes de la bella primavera,
y miles de perfumados azahares a punto de florecer...

Las voces de los niños seguirán declamando,
casi como recitando un viejo mantra,
los eternos poemas del mundo del amor,
que le hablan a la vida y a los sueños de la gente...

El tiempo resulta implacable y exquisito,
porque nunca se detiene y nos permite así,
esperar pacientemente la pleamar de nuestro amor,
para salir a navegar buscando el sol detrás del amanecer...

Nuestra barca buscara al fin el horizonte,
donde el cenit nos indique el camino del destino,
donde la luz nos de la paz que nos ilumine el alma,
y el corazón busque la cálida meseta de la felicidad...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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