ESCONDER LA VERGÜENZA...

No se porque tengo que esconder la vergüenza,
si la miseria del mundo no sabe lo que me falta,
y la calle me grita que aun no se parir,
para sacarme de encima el olor del fracaso...

Porque la vida esta tan vacia de emociones,
que cosas me esconde el mundo que no duerme conmigo,
se asustan de la infidelidad pero no saben hacer otra cosa,
y como siempre la bijou barata al final se termina oxidando...

Los jueves son los peores días para sacar los trapitos al sol,
sobre todo si no se lavan hace tiempo,
porque nos dejan ver los diarios de la guerra,
y nos muestran las transpiradas huellas del casi amor...

Las urgencias pretorianas bailan en el fondo de la selva,
un rítmico y desenfrenado tamborilleo,
que nos arroja fuera de la cama temblando de frío,
sacudidos por una posesión que se termina al despertarnos...

Es difícil arrancar un día vacío lleno de dudas,
la cafetera grita que ya está el café,
y el sol no se anima a salir y se esconde detrás de las nubes,
ya está terminando mayo y se viene el frío...

El invierno le pide permiso a las polillas para usar el sobretodo,
aunque no se si las niñas a estas alturas querrán mudarse,
esperemos que transen con algún suéter viejo,
y no me armen una guerra dentro del ropero...

La vergüenza hoy volvió a casa abatida,
perdió la final en el último minuto del suplementario,
le ganó la hipocresía con un gol en posición adelantada,
y aunque protestaron como siempre nadie vio nada...

Demostrandole a ese mundo que la juzga,
que siempre es más fácil mirar para otro lado,
porque muchas veces hacer todo mal,
es mas fácil que hacer cumplir la ley porque nos duele...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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