A FLOR DE PIEL...

En esa delicada piel de mujer con letras de lunas poéticas,
cuando expresas sutilmente el interior de tu propio ser,
tienes una sensibilidad única como en tus mágicos escritos,
y logras transmitir los latidos de tu corazón a flor de piel...

Esos ojos moros de mirada radiante como la vida,
con la tibieza sensual y adolescente que impacta en tu color de voz,
cuando declamas esas letras que te salen desde el alma,
dejas en el aire los latidos de tu propio corazón...

La vida te enseño a disfrutar de la paz del silencio,
como cuando el sabio escucha los rumores del viento,
porque las palabras que salen de tu boca se entrelazan,
como los azahares de los cerezos que florecen del otro lado del mar...

La noche responde a la sensibilidad de tu sentido de mujer,
profundizando la calma en el éter de tus pensamientos,
soltando las palabras como si fueran un manojo de luciérnagas,
con luces de neón encendiendo una diadema en tu larga cabellera...

La luna salvaje te despierta ese sexto sentido,
donde cada frase tiene su tiempo y su lugar,
donde la noche comienza cuando languidece el día,
y donde el día se acaba cuando llega otra noche más...

El amor nace y nos explota en el interior de la vida,
las sensaciones nos hacen vivir las horas del después,
las palabras siguen brotando de tu ser como fuente de esa misma vida,
y nuevamente el silencio nos acuna juntos en el amanecer...




Eduardo Garrido
Buenos Aires
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