UNA DE CAL Y UNA DE ARENA...

Piadosas palabras para la vida que nos golpea,
para esa vida que siempre nos duele,
porque antes o después te hace sentir que está,
si te demostró que se quedo ahí con vos y vos con ella,
para que tengas presente que eres su presa favorita,
después de todo para ti ella sólo es un gran misterio,
quizás un signo de interrogación o una de cal y una de arena,
como si fuera una ingenua flor tan roja como la sangre,
pero en realidad es un café negro para entonar el desconsuelo,
o quizás un silencio para no agredir la suspicacia de vivir...

Piadosas y estériles sensaciones que no te hacen temblar el pulso,
un cigarrillo que se consume con el viento de la ventana,
un campo que se queda vacío por la sequía del cielo,
en un brillante albor que nos dejo un triste sabor a nada,
un mascarón de proa despintado y gastado por el tiempo,
en un estuario vacío donde ya no corre mas el agua,
las piedras de la orilla seca y los guijarros negros ya no brillan,
y sin su luz los peces se quedaron sin el agua de la vida,
amanecio que no es poco aunque es muy poco lo que nos queda,
pero la vida es así una de cal y una de arena...




Eduardo Garrido
Buenos Aires
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