06 agosto 2023
A TOMAR LA LECHE...
Eramos unos niños tan chiquitos e inocentes,
con los pantalones surcidos por las dóciles manos de la abuela,
corriendo por el pueblo detrás de una pelota de trapo,
que siempre terminaba rompiendo alguna planta o algún vidrio...
La fragancia a lavanda de los pañuelos de la abuela,
el olor de la cocina a leña y el pan recién horneado con miel,
la foto del abuelo con el eterno crespón negro,
y el bordado inconcluso de esos pañuelos con las iniciales de él...
Los geranios y las azaleas del patio nos regalaban todo el color,
ese color que le faltaba a las sonrisas grises de las fotos familiares viejas,
y la fragancia de la colonia de la abuela,
que perfumaba los secretos de su vida solitaria...
Mujer de las de antes consagrada a un sólo hombre,
convirtió la soledad en su pareja estable,
y día tras día cada tarde se encerraba en su cuarto,
y con su rosario dedicaba una plegaria a la memoria de su amado...
Siempre fue una mujer fuerte pero tierna,
y nunca hizo nada para demostrar el sufrimiento que llevaba con ella,
nosotros éramos tan inocentes y tan niños,
que nunca nos dimos cuenta del dolor que guardaba entre sus párpados...
Las largas noches y las madrugadas de llanto y en vela,
que según ella eran ataques de hígado por algo que le había caído mal,
justificaban las ojeras y el rostro triste de las mañanas,
y con otro nuevo día la vida volvía a comenzar...
Ayer les llevé unas flores a la tumba donde descansan en el cementerio,
al ramillete le agregue unas ramitas de lavanda que tanto le gustaban,
y mientras buscaba agua y las acomodaba en los floreros,
me pareció escuchar la voz de mi abuela que me decía: ¡ a tomar la leche que el pan con miel ya está listo !!!
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2023 Derechos
Reservados Autor
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
EN LOS BOLSILLOS DEL VIENTO...
En el torbellino que hay dentro de mi donde las sombras juegan a ser yo, guarde mi alma en los bolsillos del viento con un secr...
-
Que decirte amor que ya no intuyas, que no sepas, que gesto hacer que al mirarme no comprendas, de esta vida que vivimos junt...
-
Me excita el sensual erotismo de tu negra sombra, porque es el costado perverso y ambiguo de mis pensamientos, que me atorment...
-
El silencio como un viejo maestro le susurra a un joven eremita, ese que detiene su marcha en mitad de la noche, el que en la...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario