01 febrero 2024

ME VOY DE MI...



Como tantas veces con el alba me voy de mi,
como las nubes en el cielo me disperso en el aire,
he recorrido tanto camino para llegar a ti,
que ya me pesa hasta caminar una baldosa más...

Un cardo florecido llama mi atención y me regala sus espinas,
mientras en la otra maceta una rama de olivo da a luz una aceituna,
el sonido del silencio se cortó de golpe con el llanto de un bebé,
y se desataron los cordones de los zapatos de mi alma...

La marca de la bestia se instaló en los colores del amanecer,
dibujando mañanas raras en mis manos,
y hemos hecho tanto para sobrevivir en este amor,
que los viejos estigmas sólo aparecen cada tanto...

La cruz del olvido proyectó la sombra de tu dolor,
y volví a ser otro habitual peregrino de la tristeza,
el manto vacío es solo un trapo aún sin lavar,
esperando su turno en el cesto de la ropa sucia...

La vida mortal es sólo eso, mortal del principio al fin,
y los eclipses tántricos se vuelven vegetarianos,
cuando la carne deja de ser carne y sólo se mira de lejos,
o lo que es peor aún cuando sólo la sentimos como un deseo...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor





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