SUBJETIVO...

Las alas que me liberan y me llevan por ahí pueden más que mil tormentos,
cuando las lagunas de la soledad te dejan en un costado del delirio,
la expresión de tu rostro es una mueca sin sentido,
y la energía de tu corazón acelera el pulso de mi vida...

La luna se apagó para dormir su sueño profundo,
porque las estrellas se bajaron de la vía láctea en la estación anterior,
tus palabras se oyeron detrás de mis oídos sordos,
y ya no pude creer en tus emociones fingidas otra vez...

Las golondrinas se llevaron el amor al fin del verano,
buscando otro horizonte casi sin saber porqué,
las mañanas frías vaciaron las calles de mi alma,
cuando amanecía despacito un tibio sol desde el jardín...

Solté mis amarras y me fui con el viento,
cruce flotando mentalmente tus campos de algodón,
acaricié tus mieses doradas con las yemas de mis dedos,
y me dormí sobre una suave hierba pensando que aún estaba dentro de ti...

La belleza no existe tal como la vemos en el plano terrenal,
si la comparo a las imágenes que pasan por el interior de mis ojos,
lo subjetivo y lo objetivo pierden el límite racional,
y la balada para un loco le vuelve a dar sentido a mi corazón...

Me despierto, existo, miro a los costados y estoy vivo,
camino por el interior de mi abismo para saber que estoy aquí,
veo las luces y cada luz tiene su sombra,
esas que bailan frenéticas cuando tu balada suena para mí...




Eduardo Garrido
Buenos Aires
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