En los rincones de la memoria donde habitan las sombras,
busco olvidarme de tu nombre que aún late en mi corazón,
es un eco que persiste en el silencio casi como un susurro que no cesa,
un recuerdo que no puedo borrar como una cicatriz que no se cierra...
En el remanso de mi río donde las aguas oscuras fluyen sin prisa,
he intentado ahogar tu recuerdo pero sigue flotando en la superficie,
como una gota de agua que cae en el mar para seguir siendo una parte de él,
tu nombre sigue siendo una parte de mí que aún no puedo desligar...
Con un dejo de nostalgia donde la melancolía florece sin pedir permiso,
he buscado la paz en el olvido pero tu recuerdo sigue siendo el dueño,
como un fantasma que me persigue y no me abandona,
tu nombre sigue siendo el que me despierta por la madrugada y me recuerda que no estas...
En medio de la soledad donde se agranda el silencio,
he gritado tu nombre hasta que se ha convertido en un eco vacío,
como un pájaro que vuela sin rumbo y sin destino,
he buscado la libertad en el olvido pero tu nombre sigue siendo mi cárcel...
Como hago para olvidarme de tu nombre si se adueñó de mi corazón,
si sigue siendo un eco que persiste en el silencio,
un recuerdo que no puedo dejar atrás como esa herida que no cierra,
un nombre que sigue siendo mío y aunque duela me hace sentir vivo...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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