ENTRE LAS RÁFAGAS DEL VIENTO...

En las puertas del alba donde se mueren las sombras,
cada amanecer es un silencio reflexivo,
un momento suspendido en el aire sin ninguna voz ni eco,
donde el mundo en quietud espera su nuevo despertar...

Y cuando el sol en su ocaso pinta con sus reflejos el cielo de oro,
cada puesta de sol es un suspiro que se le ha robado al viento,
que en secreto se los lleva hacia lugares desconocidos,
donde solo el alma habita en el altar de la memoria...

En este baile de luces donde la noche y el día se visten con sus mejores galas,
el silencio y el suspiro se entrelazan en un abrazo,
como si fueran dos amantes en un abrazo eterno,
se buscan y se encuentran sin principio ni fin...

Y yo que soy como un viajero sin rumbo me pierdo en los pasadizos de la vida,
donde cada uno de mis pasos es un descubrimiento,
donde cada sombra lleva oculta tras de si un misterio,
y en cada luz hay un susurro que solo el corazón entiende...

Así sigo caminando sin saber hacia dónde voy,
con el silencio y los suspiros como compañeros de viaje,
y en cada amanecer y en cada puesta de sol,
me encontraré a mí mismo escondido entre las ráfagas del viento...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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