17 marzo 2024

EL NIÑO DEL ESPEJO ROTO Y LA LUNA...




El niño miraba de reojo los trozos de vidrio esparcidos por el suelo,
su madre se molestaría mucho cuando descubriera que había roto el espejo de la abuela,
ese espejo que cuidaba con tanto esmero porque era lo único que le quedaba de ella...

Tomo una manzana de la frutera pensando que haría para que su madre no se enojara con él,
seguramente no le dejaría salir a pasear con su bicicleta por lo menos por una semana,
y se sentó a esperar con tensa calma que las cosas sucedieran...

Ya había aparecido la luna allí donde se pierde el horizonte,
quedaba como suspendida entre los dos picos de la montaña,
y a estas alturas estaba rojo como un tomate esperando el rezongo de su madre...

Se sentó en el cordón de la vereda viendo pasar la gente justo que a él se le acababa el mundo,
y de repente paso junto a su pie izquierdo un ratón blanco,
sería el ratón de la suerte, esa que quizás le había faltado cuando le dio el pelotazo al espejo...

En el gran libro de la magia siempre había un ratón y un conejo,
pero esa magia no le habría servido para arreglar ese lío en el que estaba metido,
esta vez le hubiera gustado ser un zorro para escabullirse y librarse de la penitencia de su madre...

Ya había oscurecido y apareció una luciérnaga que con su luz encendida daba vueltas a su alrededor,
se inventó una historia de un fantasma que hizo trizas el espejo pero su mamá no se la iba a creer,
en ese momento salió su hermana y le dijo que fuera de la tía Elvira a buscar la olla grande para el puchero...

La tía Elvira lo recibió con un beso enorme y el se abrazo a ella,
necesitaba contarle a alguien lo que le había pasado al espejo de la abuela,
mientras la tía preparo la olla se tomó una taza de leche fría que le calmo la sed y lo tranquilizó un poco...

Le contó a la tía lo que había pasado y que había sido la pelota no él,
Elvira se rió mucho y le dijo que su madre seguramente no le daría una medalla por eso,
pero lo tranquilizó y le dijo que no era tan grave que ella hablaría con su mamá para atenuar el castigo...

En eso sono la campana del reloj del comedor de Elvira,
eran las ocho de la noche y tenía que volver a casa con la olla,
Elvira lo acompaño hasta su casa que quedaba justo a la vuelta de la esquina...

Cuando llegaron ya todos se habían enterado de lo del espejo,
y a pesar del reto y el enojo de su madre por haber perdido el espejo de la abuela,
lo abrazo y le dijo que cuando pasara algo, fuera lo que fuera, no tuviera nunca miedo de hablar con ella porque juntos siempre podrían solucionarlo...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor

14 marzo 2024

BAGUALA PARA UN RÉQUIEM...




No se si la luz del alma iluminará mis senderos,
no se si las flores perfumarán mis sentimientos,
no se si mi corazón latirá después de muerto,
y no se si el silencio brotará desde mi pecho...

Las bagualas llorarán en las noches sin tiempo,
cuando la llovizna baje solitaria desde el cerro,
a buscar el ángel de la mujer que quiero,
y a besar las frias manos de mis antiguos cancerberos...

Caminos cansados de recorrer grietas polvorientas,
carretas calladas y mudas de dolores viejos,
faroles gastados que apenas alumbran los caminos,
de los caballos alados que bajaron desde el cielo...

En la última morada de este viejo trashumante,
llorarán las letras de una nueva epifanía,
y junto a la baguala se oirán los cascabeles,
de los caballos alados que vinieron a buscarme...

Las cajas retumban fuerte el llanto de la Pachamama,
rompiendo la monotonía de una noche engualichada,
los cánticos se apagarán al fin cuando llegue el amanecer,
y al fin se acalle el tintineo de los cascabeles al llegar a mi morada...




Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor







12 marzo 2024

NORUEGA...




En nuestro día a dia hay algunos momentos de la vida,
donde se suprimen todas las emociones por venir,
si las ideas cotidianas nos dejan parados delante de un espejo,
la falta de rumbo nos perfora la conciencia de vivir...

Espejismos como jubileos baratos de los puestos de una feria,
en un trueque que nos deja a un costado y sin valor,
si los rostros abrumados no reflejan lo que pasa,
será quizás que ya hemos perdido el rumbo del amor...

Girasoles negros y flores de lavanda perfumadas,
enamorados sobre un campo de tréboles carmesí,
con una ruleta rusa que nos maneja desde lo imprevisible,
bajo el cielo raso sin estrellas de alguna noche en la que fui feliz...

Sueños profundos de gente que danza y no conozco,
caminando en las rutas escarpadas de Noruega,
el frío mitiga la ansiedad de una carretera vacía,
y la mañana fría me recuerda el día en que te vi nacer...

Tiritando se ha quedado el destino desnudo del amanecer,
sin saber que el calor solo nos entibia el alma,
muy tarde he llegado a casa con el diario de ayer,
y mientras tanto la vida casi se nos pasa...

Sótanos vacíos llenos de historias que huelen a alcanfor,
y hojas de muérdago colgadas en las ventanas,
como recuerdos viejos que se sacuden de encima las polillas,
al salir a la luz cuando se abren los arcones del pasado...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor




10 marzo 2024

COSAS DE LA VIDA...



Y de repente tan solo se cruzaron las miradas,
y un cosquilleo les corrió dentro del alma,
ahí fue cuando se dieron cuenta que nacía entre ellos el amor,
y fue cuando el camino se lleno de pétalos de rosas...

Ese beso sediento buscó las dulces bocas,
y la luna les guiño un ojo diciéndoles que era por ahi,
las luciérnagas pudorosas se apagaron dejándolos a oscuras,
y el reloj hizo silencio sólo para que oyeran latir su corazón...

Caminaron por la plaza como si flotaran en el aire,
y una pícara lechuza les chisto como al pasar,
las endorfinas de la vida los llenaron con todas sus fragancias,
y un jazmín enamorado les regalo su blanca flor...

El amor lleno sus vidas y completo su camino,
y a partir de ese momento no se separaron nunca más,
cumplieron sus sueños y vivieron su amor pleno,
y la vida les regalo esa familia que entre los dos comenzaron a formar...

Hoy ya son grandes y están bajando la colina,
con los recuerdos a cuestas y una inmensa felicidad,
se ha fortalecido y ha crecido la familia,
y la vida les dice, misión cumplida ahora es tiempo de descansar...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

05 marzo 2024

LAS LÁGRIMAS DEL SAUCE...




Siempre me llamaron la atención los viejos sauces,
no se si por su inclinación besando las aguas del cauce del río,
o quizás me representa el dolor por el paso del tiempo,
o será tal vez la pena de un amor que ya se ha ido...

Al sauce lo doblan todas sus lagrimas de pena,
y el río se las lleva en su camino hacia el mar,
como si fueran las postales de un pasado detenido en el tiempo,
son las cosas de un destino que ya no puede volver atrás...

Son lágrimas genuinas llenas de los dolores de la vida,
de los amores que se fueron y que tampoco volverán,
llenas de tardes viendo pasar el agua mansa,
esperando un barco imaginario del cuál verte desembarcar...

El sauce mece sus hojas como una larga cabellera,
que el viento bambolea una y otra vez sobre el agua,
la mística y el encanto de esas aguas inquietas,
dibujan un collar de perlas con esas lágrimas que se van...

El viejo sauce es una leyenda poblada de duendes,
es la reencarnación de las lágrimas del alma,
esas que nacen, salen y duelen en silencio,
esas que cayeron cuando partió tu amor pero quedaron en mis ojos más allá del tiempo...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

23 febrero 2024

LA NUBE GRIS...




El viejo está tranquilo meditando en su nube gris,
mirando desde el balcón de su alma alguna estrella perdida,
la psicodelia del espacio embota mi percepción,
justo cuando un big ban me regala una explosión brillante...

El hoy ya no importa como tampoco importa el después,
de este lado todos los días son días iguales,
veo pasar las hormigas cargadas de soledad,
a pesar de convivir con miles y miles en un gran hormiguero...

Tiempos sin tiempo como si fueran espacios sin espacio,
agujas detenidas que sólo marcan las horas que no fueron,
las olas llegan a la playa con toda la marea a cuestas,
y ese intenso dolor paso a ser sólo un viejo dolor más...

Como vivir con el espacio del silencio destruido,
como morir con el silencio del espacio aturdiendome,
porque matar al mensajero si el no fue quien escribió el mensaje,
y para que saludar al tren del tiempo que nos paso de largo en la estación...

El viejo sigue meditando en su nube del olvido,
tratando de entender todo lo que al final no tiene respuesta,
la noche sigue al día y el día sigue a la noche,
y aún mi corazón tiene la esperanza de que te vuelvas a apapachar en él...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor


20 febrero 2024

MI LUGAR EN EL MUNDO...




En el medio de un bosque encontré mi lugar en el mundo,
entre hierbas floridas, cascadas de aguas claras y árboles añosos,
levante una cabaña dónde el rumor de las aguas era mi música sacra,
y el canto de los pájaros con el silbido del viento me llevaban a volar...

Esas tardes de verano sentado en la galería,
con mi guitarra y mi perro viendo la llegada del anochecer,
algún venado bebiendo agua fresca del arroyo,
y esa parte del mundo que era solo para mi...

Se me fue el tiempo queriendo escribir algo,
cayó la noche y fue el tiempo de otra cerveza más,
se me fue la musa y ni una frase pude rescatar en el intento,
me abrazo el sueño y me deje ir sin resistirme hasta el amanecer...

Me fui en medio de los sueños de mis relatos y mis letras,
nació otra historia dentro de mi cabeza que fue otra historia mas,
y amanecí en el sillón del fondo de la galería,
peleando con los mosquitos que se empeñaban en querer desayunar...

Es mi lugar en el mundo y es mi territorio de paz,
donde mis sueños siempre son mi bien más preciado,
eran las primeras luces y eran los primeros bostezos,
junto a los primeros mates de otro día de verano más...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor


QUÍMICA Y PIEL...



Las hojas se mueven rítmicamente haciendo una danza con el viento,
como cuando mi alma vibra en un nirvana del mas allá,
y es una sensación como de arrojarse al vacío la que me deja tu amor,
con esa intensa adrenalina que sin dudas es la que aún me mantiene vivo...

La arena del reloj se me escapa entre los dedos demasiado rápido,
es imposible detener el espíritu inquieto del tiempo,
las flores de la inocencia se opacan al enfrentarse a tu belleza,
mientras tu corazón se abre en un mandala de paz para el alma...

Tus colores son los que brillan en las auras omnipotentes,
como caricias extrasensoriales que dejan erizadas la piel y los sentidos,
tus pétalos son los que subyugan los aromas del inconsciente,
y el amor, tan solo tu amor elevado a su máxima expresión...

Las hojas se mueven rítmicamente haciendo una danza con el viento,
la arena del reloj dejó marcadas sus agujas en mi corazón,
tus colores brillantes hipnotizaron mis ojos invisibles,
y un intenso nirvana hizo levitar mi alma en trance hasta llegar a ti...

No se si morí,  nací o me evapore en el aire,
las sensaciones me llevaron a la velocidad de la luz,
el silencio me aturdio para estallar como en un trueno,
y no se si fue amor, química o piel, pero quiero más...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

04 febrero 2024

SEIS ESTROFAS...



Me convertí en un azaroso mendigo de la vida,
pagando con intereses los pecados cometidos,
morí mil veces en las calles sin rumbo fijo,
y fui el malhechor que atracó el calendario de mi propio destino...

Antes de que estallara la vergüenza,
segmente mi corazón en mil pedazos,
y después de haber pasado tantas tormentas,
quede maltrecho pero ¡ si señor ! , aún puedo contarlo...

Supe llorar en el abrigo de la ochava de una esquina,
y supe volar atado al barrilete de  los sueños del pasado,
he sido feliz en algúnos momentos que ya casi ni recuerdo,
y he hecho un culto de la amistad en todos lados...

Crecí surfeando entre la filosofía y la psicología de la calle,
y aprendí a mantenerme erguido sobre la cresta de las olas,
fui el paredón o el frondoso árbol donde meditabas,
y fui el duro adoquin por el que pasaban los tranvías...

Gaste la suela de mis zapatos como si fueran quimeras,
caminando esas calles que fueron guarida, oficina y tapera,
vi caer las noches junto con algunas estrellas,
y vi despertar un sol naranja cuando se encendían los días de primavera...

Vi pasar el tiempo y vi pasar el silencio,
oí cantar los pájaros y vi crecer las azucenas,
dormí en las plazas y en los portales vacíos, 
y he visto de todo porque en la calle vi pasar la vida...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor

01 febrero 2024

ME VOY DE MI...



Como tantas veces con el alba me voy de mi,
como las nubes en el cielo me disperso en el aire,
he recorrido tanto camino para llegar a ti,
que ya me pesa hasta caminar una baldosa más...

Un cardo florecido llama mi atención y me regala sus espinas,
mientras en la otra maceta una rama de olivo da a luz una aceituna,
el sonido del silencio se cortó de golpe con el llanto de un bebé,
y se desataron los cordones de los zapatos de mi alma...

La marca de la bestia se instaló en los colores del amanecer,
dibujando mañanas raras en mis manos,
y hemos hecho tanto para sobrevivir en este amor,
que los viejos estigmas sólo aparecen cada tanto...

La cruz del olvido proyectó la sombra de tu dolor,
y volví a ser otro habitual peregrino de la tristeza,
el manto vacío es solo un trapo aún sin lavar,
esperando su turno en el cesto de la ropa sucia...

La vida mortal es sólo eso, mortal del principio al fin,
y los eclipses tántricos se vuelven vegetarianos,
cuando la carne deja de ser carne y sólo se mira de lejos,
o lo que es peor aún cuando sólo la sentimos como un deseo...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor





EN LOS BOLSILLOS DEL VIENTO...

En el torbellino que hay dentro de mi donde las sombras juegan a ser yo, guarde mi alma en los bolsillos del viento con un secr...